Detalles
El paso del tiempo es incesante. A veces nos gustaría pedir lo que decía una famosa canción: "Reloj, no marques las horas"; pero los minutos son seguidos por horas, las horas por días... y así sucesivamente en el tren de la vida que no para hasta su destino final. Sabemos que superar la barrera de los cincuenta es ser más conscientes de lo que acabamos de decir, ya que se ha alcanzado un estado de madurez con las importantes limitaciones que los años, a partir de ese momento, nos imponen. Sin embargo, «el privilegio de los privilegios consiste en poder disponer de uno mismo, más que de los demás, manejar la propia vida, no padecerla, organizarla inteligentemente, para que hasta el fin siga siendo hermosa, feliz y tan fecunda como sea posible» (Paul Tournier). La vida pasa muy deprisa; por lo tanto, a partir de los cincuenta hemos de hacer todo lo que esté en nuestras manos por vivir lo mejor posible, cuidarnos en todas las facetas de las que a lo largo de las páginas de este libro hablaremos, intentando conseguir añadir calidad, y no solo cantidad, a los años.
The passage of time is unstoppable. Sometimes we would like time to stop, but the minutes are followed by hours, and the hours by days. . . the train of life doesn’t stop until it reaches its final destination. After 50 we are more conscious of what we just said, since we have reached a state of maturity with the important limitations that the years will impose on us from then on. But "the privilege of your privileges is that you are a little freer than others to do what you wish with your lives; you can lead your lives instead of being led by them; you can organize your lives intelligently, so that they remain as beautiful, happy, and fruitful as possible, right to the end" (Paul Tournier). Life passes by quickly, therefore, after 50 we have to do everything we can to live the best way possible, to take care of ourselves in all the aspects covered in this book, trying to add quality, and not only quantity, to our years.